Los masajes, una necesidad para unos y un placer para otros, estimulan a los bebés tanto física como emocionalmente. A ellos les encanta y tu aprenderás a comunicarte con él a través del tacto. Los masajes refuerzan los vínculos afectivos y estimulan el desarrollo psicomotor del niño. En ocasiones resultan eficaces para aliviar cólicos, estreñimiento o gases. Aplicados dentro de la rutina del bebé ayudarán a tu pequeño a relajarse y calmarse, sobre todo después del baño. Comprobarás cómo esas caricias deleitan hasta el más inquieto de los bebés. Numerosos estudios avalan los beneficios de los masajes en la salud: además de ser una fuente de rélax, ayuda a la digestión, la circulación, la flexibilidad y la coordinación y el equilibrio. El contacto padres-hijo son tan importantes como recibir una buena alimentación. Popician, además, que la piel esté limpia (al eliminar la células muertas) e hidratada (con las cremas o aceites utilizados).
Aprender la técnica de los masajes para tu pequeño no es algo complicado. Una de las más conocidas es la de Shantala. Procede de la India aunque fue un doctor francés, el Dr. Leboyer, el que la importó a occidente en los años 50. Cuando el niño cumple un mes de vida puedes empezar con esta práctica tan agradable y saludable. Los movimientos siempre deben ser muy suaves, con ternura. Pocos bebés no sucumbirán a los encantos del contacto, convirtiéndose en un momento muy placentero. Todos son beneficios. De ahí que cada vez más hospitales los apliquen en los neonatos prematuros que se encuentran en la incubadora.
Lo mejor para aprender la técnica es recurrir a los profesionales. El Centro ARMONÍA ofrece el curso Masaje infantil y estimulación del bebé en cinco sesiones de una hora cada una.